¿Qué son las úlceras por presión?
Estas heridas ocurren con más frecuencia en áreas donde los huesos están más cerca de la piel: como tobillos, talones, caderas, coxis o codos.
La presión constante en una de estas áreas comprime los vasos sanguíneos que suministran oxígeno y nutrientes vitales a la piel. Sin una suficiente cantidad de flujo sanguíneo las células de la piel finalmente mueren y se forma una úlcera por presión.
Diferentes grados de las úlceras por presión
Las úlceras por presión están categorizadas por diferentes grados:
- Grado 1: La piel no esta dañada pero se encuentra enrojecida, inflamada y no se vuelve pálida cuando se aplica presión en ella.
- Grado 2: la herida afecta a la epidermis, se parece a una ampolla o úlcera abierta, es posible que el área que rodea la úlcera esté enrojecida e irritada.
- Grado 3: El daño se extiende por todas las capas superficiales de la piel, del tejido graso, hacia el músculo e incluyendo a éste. La úlcera aparece como un cráter profundo.
- Grado 4: Es la más severa, el daño incluye la destrucción de todas las estructuras de tejido blando y de las estructuras óseas o articulares.
Cualquier persona puede desarrollar una úlcera por presión, pero las personas mayores, las confinadas en la cama, las paralizadas y las mal alimentadas tienen mayor riesgo.
Identificar a las personas que tienen riesgo de padecer úlceras por presión e iniciar medidas preventivas son pasos fundamentales para reducir los incidentes de úlceras por presión
¿Cómo podemos prevenir una úlcera por presión?
El aspecto más importante en la prevención y tratamiento de las úlceras por presión es cierto alivio de la presión. La mejor manera de conseguirlo es con el reposicionamiento y movilización, pero también usando colchones adecuados o equipos reductores de la presión específicos. Veamos que cuidados podemos aplicar.
Cuidados de la piel
- Se debe revisar la piel, por lo menos una vez al día. Cualquier área que permanezca enrojecida, tras unos minutos de haber cambiado de postura, tiene que llamar su atención.
- Fíjese bien en las zonas típicas de presión: talones, glúteos, espalda, codos y parte posterior de la cabeza.
- Mantenga la piel limpia y seca. Debe limpiar la piel tan pronto como se ensucie, es conveniente hacerlo con un trapo o esponja suave.
- Debe usar jabones que no irriten la piel. Use agua tibia, no muy caliente.
- No utilice sobre la piel ningún tipo de alcohol
- Aplique cremas hidratantes procurando que se absorban completamente.
- Evite la sequedad de la piel: use cremas o aceites hidratantes, evite el aire frío o seco.
- Use ropa de cama que sea de tejidos naturales. Mantenga la ropa seca, limpia y sin arrugas.
- Coloque en las zonas típicas de presión protectores o apósitos acolchados.
- No realice masajes sobre prominencias óseas.
Cuidado nutricional
- Una correcta hidratación disminuye el riesgo de padecer una úlcera por presión
- Una dieta rica y variada en proteínas ayuda a prevenirlas
- Movilización y cambios posturales
- Mantenerse activo y tener una movilidad frecuente ayuda prevenirlas
- Realizar cambios posturales con frecuencia, si estamos sentados es recomendable que cada 15 minutos cambiemos la posición y si estamos tumbados cada 3 horas aproximadamente.
- Evitar el apoyo directo sobre lesiones que tengamos o hayamos padecido hace poco tiempo.
- Evitar contacto directo entre dos zonas de prominencia ósea
- No elevar la cama más de 30º tanto en cabeza como en pies
Tipos de riesgo de padecer una úlcera por presión que podemos evitar
- Bajo riesgo: sistemas estáticos como colchones o cojines viscoelásticos, no alivian la presión, la reducen aumentando la superficie de contacto
- Medio y alto riesgo—sistemas alternantes de aire, alivian la presión, alternando la presión en distintas zonas, variando así los puntos de apoyo
El 95% de las úlceras por presión se podrían evitar con la prevención adecuada y aplicando una serie de cuidados.
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